Marcos, Pili y el árbol de Tembleke
Marcos esta en el palacio de gelatina de frambuesa. Se quedó dando vueltas por los lugares mas recónditos porque Pili se quedó en el jardín con piso de pasass de uva de todos los colores. Ella disfruta mucho de lso colores y las cosas dulces, tal vez demasiado pensará Marcos. Lo que él no sabe es que apenas la dejó sola Pili se adentró entre la maleza de algodón y membrillo y descubrió un bosque oculto rodeado de un rio de Actimel que tiempo después la gente acostumbraría a llamar el rio de la Vida. Estos árboles no eran comunes, eran de Tembleke con sabor a manazana, frutilla, limón, de todos los gustos, pero su hermosa apariencia escondía un secreto maldito, estos árboles estaban embrujados, y es por eso que mientras Pili disfrutaba de lo que veía, un árbol Tembleke mixto (dicen las malas lenguas que era de naranja y manzana) la atrapó y la succionó para sus adentros. A Pili le comenzó a costar respirar con lo que se empezó a poner nerviosa y apenas podía gritar suvamente, lo que ella no sabía eras que, quien era succionado, tenía hasta las 6 del sol de caramelo para ser rescatado, ya que, pasado ese tiempo, la persona succionada se convertía en gelatina pura. Pili gritaba como podía pero Marcos no podía escucharla, él estaba lejos visitando cuartos. Estaba en el sexto piso cuando Pili fue atrapada, y no podía dejar de asombrarse ante lo que veía: vetanas cubiertas miel, techos con sabor a helado de dulce de leche pero lo que mas le llamó la atención fue el balcón de cristal. Parecía ser un balcón sin anda extraño pero los bordes estaban hecho del mas delicioso chocolate que Marcos no resistió a probar. Luego de unos segundos dejo de comer porque quedó petrificado ante el imponente atardecer. Lo que veía en el horizonte no se podía comparar con nada que el hubiera visto antes, ante él, comenzaba a esconderse bajo las sierras de almíbar el sol de caramelo. Tenía una forma extraña y solo sentía ganas de tocarlo, parecía estar formado por millones de rayitas que se unían, cada uno con un color y un sabor bien diferente al del otro. Marcos estaba hipnotizado, hasta que escuchó un tenue sonido que le era familiar. Mientras el sol se escondía, un último de los dulces rayos del sol de caramelo le mostró este bosque escondido y pudo divisar a Pili mientras luchaba por su vida, su último esfuerzo estuvo en ese grito. Marcos despierta del sueño y baja con rapidez los 6 pisos y cuando llega al árbol de Tembleke que contiene a su novia en el interior la saca con mucho esfuerzo. No quiere ver, pero su novia parece ser uan extensión del árbol, sus manos siguen siendo las mismas, y su rostro, su hermoso rosot sigue siendo el mismo desde el día en que se conocieron. Marcos apenas puede mostrar una mueva de sufrimiento y de llanto que comienza a derramar sobre ella apenas la abraza. No puede evitar mirarla a la cara y pedirle que despierte creyendo que está en profundo sueño. De repente una voz se escucha en el viento, se trata de un susurro débil pero lo suficientemente claro para que Marcos entienda.
- El río de Actimel, el río de la Vida...
Marcos en un acto desperado mira para todos lados y ve un pequeño hilo semejante a un pequeño río ya casi sin vida. Sin entender demasiado, sintiendose un poco tonto, toca con sus dedos el líquido y los pone sobre los labios de Pili, mojándolos. Marcos se le queda mirando un rato y solo puede pensar en cuanto la amaba, el primer recuerdo que le viene a la mente es el de hace pocos días cuando cumplieron un año, sentía tan cercano su rostro de felicidad, y el de ella, no podía recordarlo, ya se le tornaba borroso. Súbitamente, como el susurro del viento se escuchó la voz de Pili que parecía provenir del mas allá.
- Marcos...Marcos.
Marcos no lo podía creer, ese río, la voz en el viento, no entendía nada pero poco importaba eso, ahora que estaba bien.
- Marcos, Fran
- Fran?
Marcos sin lograr entender trataba de hacer que Pili abriera los ojos.
De repente Pili abre los ojos y se sienta como si nada y dice:
- ¿Me vas a dar la birome o no?
- Ah.. Si, toma.
No puedo camuflar mi voz de dormido y mientras trato de despabilarme me quedo mirando a la profesora, aunque en realidad me quedo mirando a la nada, para mí la clase terminó hace rato y me cuelgo pensando en Marcos y Pili, ¿estarán bien?