martes, julio 12, 2005

Historias de barrio

Estaba un día durmiendo plácidamente, eran las dos de la tarde pero estaba de vacaciones así que no quería que nadie me rompiera las pelotas. En eso llega mi vieja
- Nene levantate que me tenes que ayudar con algo.
Sin mucha paciencia le conteste: - Que queres vieja!
- Necesito que te quedes despierto porque en cinco minutos vienen de la tintorería a traer el traje de tu padre, van a traer el traje azul a rayas y vos sabés lo que eso significa para tu padre.
- Si, ya se mama, es el traje preferido de papa y lo usa para ocasiones verdaderamente importantes y bla bla bla.
- Si, es por eso que te pido que te quedes despierto, papa tiene una comida muy importante para hoy y necesito que te fijes que no tenga ni una mancha ni un agujero, que este perfecto. ¿Entendiste?
- Si mama.
Estaba en calzones y no me quedó otra que levantarme, mi vieja se fue y yo me quede esperando. Resulta que el conchudo de la tintorería se llama Rolito Puente, es un homosexual que se la pasa fornicando (cuando puede) con Lucio, el esposo de mi vecina doña Pónsida. La tintorería queda a una cuadra y el hijo de puta siempre tarda porque aprovecha que está por la cuadra para pasar a "visitar" a su amigo. La mujer de Lucio es tan boluda que Lucio y Rolito fornican hasta cuando ella esta en la casa limpiando el piso del living con la aspiradora. Lo se porque ya fui varias veces a limpiar su pileta (de eso vivo) y tuve la oportunidad de verlo mas de una vez. Ella se la pasa escuchando con su walkman todo tipo de cassetes de autoayuda para mejorar su matrimonio, la pobre no sabe que su matrimonio ya está perdido. No se que es peor, saber eso o que haya sido mi madre quien le recomendó que empezara a escuchar esa mierda. De cualquier manera, estaba esperando a Rolito y en lo único que pensaba era en que quería que apareciera asi podía ir a buscar a Rosita, la hija de los Pónsida con la que estaba saliendo hace unas semanas. Ella salía del colegio a eso de las cuatro y eran las tres y media, había pasado ya casi dos horas y Rolito no aparecía. Estuve casi media hora mas esperando cuando comencé a escuchar los gemidos por no decir gritos de Lucio. Sin pensarlo demasiado sabía que se trataba de Lucio y Rolito. Yo ya no aguantaba mas, no me importaba que fueran putos, no me parecía mal que expresaran su "amor libre", tampoco si garchaban con mi perro Pulga pero no quería esperar mas por lo que me asomé sobre la pared que conecta mi casa con la de los vecinos y vi como Doña Pónsida limpiaba el piso con la aspiradora mientras escuchaba sus patéticos cassettes con los auriculares. Rápidamente decidí saltar la pared y le grité a Doña Pónsida que me dejara entrar. Ella sin entender demasiado me abrió y yo, sin dejarla hablar le pedí que me acompañara al segundo piso. Con total naturalidad abrí la puerta de su cuarto, y ahí nomás estaban Rolito Puente y Lucio Pónsida almorzando en la cama desnudos pero las sábanas cubrían sus partes íntimas (gracias a Dios). Mientras Doña Pónsida se quedaba boquiabierta yo solo ubiqué el traje de mi padre que se encontraba sobre la silla que estaba a la izquierda de la puerta del cuarto y salí con tranquilidad. Pero antes de salir Lucio me miró con un cara de loco y solo me salió decirle algo demasiado tonto:
- Señor Pónsida, no se enoje, no es nada personal.
El sólo me miró con ganas de matarme y me dijo (casi como un gruñido)
- Podés olvidarte de mi hija.
Salí casi con indiferencia haciendo de cuenta que no había escuchado nada pero volví a los pocos segundos para dejar un billete de cinco pesos sobre la cama.
- Eran diez pesos -dijo Rolito-.
Yo, como si nada, le dije que había tardado demasiado asi que le descontaba el 50% y que si no estaba conforme que me obligara a dárselos. No creía que fuese capaz con la situación que se estaba dando, pero Rolito se paró, se puso la sábana sobre la cintura, y se disponía a exigirme los cincos pesos faltantes. Salí corriendo y Rolito detrás de mi. Bajé las escaleras lo mas rápido que pude y apenas salí de la casa me tropecé con el señor Jubio que llevaba un café en sus manos, este cayó sobre el traje de mi padre. No lo podía creer, ese traje mi padre lo necesitaba para hoy ya me podía imaginar sus repoches, pero rápidamente recordé que Rolito me presiguía por lo que me metí en casa antes de que me pudiera agarrar. Rolito no pudo entrar. Dejé el traje empapado sobre el lavarropas y me eché en mi cama tratando de no pensar en nada aunque se hacía difícil con los gritos de Don y Doña Pónsida. No sabía que hacer, estaba tan angustiado, y tan cansado por haber corrido que sin darme cuenta me quedé dormido. Me desperté al rato con los gritos de mi padre. No quería contarle demasiado, primero porque no me creería y segundo porque no era ningún buchón. Recibí un fuerte reto y un castigo por tres meses. Mi vieja dice que va a tratar de hablar con mi padre pero que no garantiza nada. Rosita me visita mintiendole a su padres, les dice que se va a la casa de una de sus amigas aunque da igual porque solo se gritan entre ellos sin escucharla. Me cuenta que todavía sus padres andan mal que sabía que no estaban del todo bien pero que ahora empeoraron las cosas y no sabe porque. Yo no le quiero decir nada aunque me muero de ganas de hacerlo. No se, algo me dice que muy en el fondo ella sabe la verdad.

9 Comentarios:

Blogger breton dijo...

este esta bastante bueno poche, la verdad q me gusto... bueno hablamos
adios

3:33 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

A mi tb me gusto! largo pero entretenido... segui escribiendo resti.

12:25 p. m.  
Blogger Fernando Travaglini dijo...

Noto influencias bukowskianas en este relato. Otra cosa, jugate!!!

7:21 p. m.  
Blogger Fernando Travaglini dijo...

La brisa eterna de los años insondables en un resquemor de tu viva identidad. La nada se come a la nada, el todo coge con todos. El tiempo es fugaz pero las cenizas siempre permanecen en lo alto de la torre ensimimisada. No es que sea creyente pero creo. Creo que la sal es elemento inerte y la sombra de tus ojos no concuerda con mi sed de sanación. No siento pero a la vez veo en tu ser una luz, una luz de inspiración exacerbada por la sutil aparición de una aspiradora en el cuarto donde los muertos hablan. Sin saber que es de mi vi funesta intensidad como salvaje de las islas remotas de Alcayala, no puedo reprimir mas mi angustía y debo soltar un sinfin de molestias estomacales y agregarlas al mal del mundo. Pablito no era gay. A Pablito le atraía la persona. Si esa persona era parte de una suprerrenalidad inserta en el eje de tu olvido, eso ya es otro tema. Déjalo. No lo toques. Ya ha venido Tata Dios y lo ha llevado al arbol de la desnudez infinita. Será feliz.

7:40 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

La puerta entró por la puerta. Y salió por la ventana, llevándose consigo tus esperanzas de una vida extraña a las sombras de un eucaliptus marchito.

7:43 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Por casualidad...no tendrás el teléfono de Rolito...??

12:57 p. m.  
Blogger Fernando Travaglini dijo...

Usted, restiputo, rescátese y escriba algo nuevo, algo fresco e inusual.

11:52 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

RESTI: QUIERO FELICITARLO POR SU ORIGINALIDAD, CREATIVIDAD, Y SOBRE TODO POR LA LABOR ARTISTICA Y LA DEDICACION QUE SIGNIFICA BUSCAR FOTOS TAN ESPECIALES. SU PAGINA ESTA PROGRESANDO, SIGA ASI.

1:22 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Oigan... se pueden dejar de decir si el pibe es bueno o es malo? parece la mascotita che...

Que escriba lo que quiera. Ademas, es igualito a Felisberto Hernandez, posta!!

2:08 p. m.  

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